jueves, 31 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...

   
     Hay clásicos muy a nuestro pesar. Es decir, si consideramos como clásicos aquellas obras literarias (o que se encuentran en los aledaños de la literatura) que han educado sentimental y artísticamente a una o varias generaciones de de niños, adolescentes y jóvenes y que aún resuenan en su imaginario al acercarse determinadas fechas, no nos queda más remedio que aceptar dentro de tal categoría a la inefable canción Un año más de Mecano, un grupo clásico donde los haya. Que me perdonen sus detractores (que son legión), pero pocos grupos han conseguido que una canción suya esté tan fuertemente unida a un día como el de hoy, en el que el balance de lo bueno y malo forma parte de nuestro vestuario interior tanto como en el exterior proliferan las pajaritas, los sombreros y los vestidos cortos. Y que me perdonen sus seguidores (que son legión también), pero pocos grupos han conseguido disimular mejor los ripios entre los resultones pliegues de melodías pegadizas y perdurables. Un año más despliega estas virtudes son singular virtuosismo, y el sonrojo que pueden producir las rimas facilonas de todo tipo (españolitos con pitos; antaño con año), los giros coloquiales (despistao), ciertos tonos líricos (el champagne y las uvas y el alquitrán, de alfombra están) y esos pasajes enigmáticos y casi incomprensibles que de tan (me)canianos parecen directamente (la)canianos (a ver si en vez de un millón pueden ser dos... ¿personas? ¿pesetas?), todo ello queda enterrado por el clímax final del uno, dos, tres y cuatro, que al fin y al cabo es lo que hacemos al final de cada año con nuestras uvas y nuestros propósitos y balances de lo bueno y malo. 

Feliz 2016 a todos.



En la puerta del sol
como el año que fue
otra vez el champagne y las uvas
y el alquitrán, de alfombra están.

Los petardos que borran sonidos de ayer
y acaloran el ánimo
para aceptar que ya, pasó uno más.

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás.
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes de la cuenta atrás.

Marineros, soldados, solteros, casados,
amantes, andantes y alguno que otro
cura despistao.
entre gritos y pitos
los españolitos
enormes, bajitos hacemos por una vez,
algo a la vez.

Y en el reloj de antaño
como de año en año
cinco minutos más para la cuenta atrás.
hacemos el balance de lo bueno y malo
cinco minutos antes de la cuenta atrás.

Y aunque para las uvas hay algunos nuevos
a los que ya no están le echaremos de menos
y a ver si espabilamos los que estamos vivos
y en el año que viene nos reímos.

1, 2, 3 y 4 y empieza otra vez
que la quinta es la una
y la sexta es la dos y así el siete es tres.

Y decimos adiós y pedimos a Dios
que en el año que viene,
a ver si en vez de un millón
pueden ser dos.

En la puerta del sol
como el año que fue
otra vez el champagne y las uvas
y el alquitrán, de alfombra están.

jueves, 24 de diciembre de 2015

Felices para siempre

   
   Con la llegada de la Navidad, es normal recibir felicitaciones de todo tipo por los más distintos medios. 
   Esta vez, yo he tenido la suerte de recibir estos hermosos versos de Cecilia Pisos que, con su permiso, quiero compartir con todos vosotros para desearos lo mejor en estas fiestas, en el próximo año y para siempre.   

Deseo navideño

Que la estrella 
de tu arbolito
se tambalee
y la veas de pronto
hacerse fugaz 
cayendo
para que puedas
pedirle
tu mejor deseo.

Cecilia Pisos

jueves, 17 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...



L'adieu des bergers, de L'enfance du Christ, de Hector Berlioz.

Il s’en va loin de la terre
Où dans l’étable il vit le jour.
De son père et de sa mère
Qu’il reste le constant amour,
Qu’il grandisse, qu’il prospère
Et qu’il soit bon père à son tour.

Oncques si, chez l’idolâtre,
Il vient à sentir le malheur,
Fuyant la terre marâtre,
Chez nous qu’il revienne au bonheur.
Que la pauvreté du pâtre
Reste toujours chère à son cœur.

Cher enfant, Dieu te bénisse!
Dieu vous bénisse, heureux époux!
Que jamais de l’injustice
Vous ne puissiez sentir les coups.
Qu’un bon ange vous avertisse
Des dangers planant sur vous.


miércoles, 9 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...

Gracias, Julia, por tan bello regalo 

     Esta semana el clásico viene renovado en forma pero idéntico en fondo. Barbara Fiore Editora acaba de publicar el poema Arlequín, de Federico García Lorca, tan breve como profundamente lorquiano, ilustrado por André da Loba. Apenas cuatro versos que se van desplegando ante nuestra vista para convertirse, en efecto, en un arlequín, concebido por el Equipo TresBrujas. Como dice la página web de la editorial, se trata de un viaje del día a la noche, a través del cuerpo, el amor y la muerte, de una lectura de descubrimiento que abrirá una nueva puerta a la belleza tanto a quienes saborean su primer poema, bebés y niños, como a consolidados amantes del arte. 

Teta roja del sol.
Teta azul de la luna.
Torso mitad coral,
mitad plata y penumbra.















Recomendaciones para las Navidades

    El estupendo blog sobre poesía infantil y juvenil Bibliopoemes ha publicado varias listas de recomendaciones de LIJ para las Navidades. Entre ellas, incluye una relación muy completa de libros de poesía infantil para todas las edades, con títulos en castellano y catalán. Se puede consultar aquí.

domingo, 6 de diciembre de 2015

El clásico de la semana es...

    
      Caballero de otoño, de José Hierro, aunque este año el otoño se nos haya escapado de las manos sin apenas haberlo disfrutado.

Viene, se sienta entre nosotros,
y nadie sabe quién será,
ni por qué, cuando dice nubes,
nos llenamos de eternidad.

Nos habla con palabras graves,
se desprenden, al hablar,
de su cabeza, secas hojas
que el viento vienen y van.

Jugamos con su barba fría.
Nos deja frutos. Torna a andar
con pasos lentos y seguros
como si no tuviese edad.

Él se despide. ¡Adiós! Nosotros
sentimos ganas de llorar.

viernes, 4 de diciembre de 2015

Dos orillas y un océano: 25 autores iberoamericanos de poesía para niños y jóvenes


Dos orillas y un océano: 25 autores iberoamericanos de poesía para niños y jóvenes (coord. Sergio Adricaín y Pedro C. Cerrillo), Cuenca, CEPLI/UCLM/Fundación Cuatro Gatos, 2015

No son las antologías un género ajeno a la poesía infantil, desde luego, pero generalmente se trata o bien de selecciones de la obra de grandes poetas que se considera apta para niños y jóvenes (como las que edita desde hace años Ediciones de la Torre con el colofón para niños), o bien de antologías que abarcan varias épocas e incluyen poemas de varios autores, con las que se intenta ofrecer un panorama más extenso de los versos tradicionalmente leídos por los niños. Dos orillas y un océano es, en este sentido, una antología diferente y original dentro de la poesía infantil, y lo es por varias razones.
En primer lugar, porque se trata de una selección de poetas que publican ahora mismo pero que al mismo tiempo tienen edades muy variadas. Se trata, por tanto, de una instantánea de la situación actual de la poesía para niños y jóvenes, más basado en el aquí, es decir, en la coincidencia en el mercado de una serie de autores publicados, que en los quizás ya obsoletos criterios generacionales, que en cualquier caso no funcionan demasiado bien en una literatura como la infantil, que se resiste a ser encerrada en cualquier clasificación nacionalista porque basa su especificidad en el destinatario, no el emisor.
En segundo lugar, también es diferente porque aplica criterios propios de antologías poéticas para adultos, como el hecho de incluir una breve poética de cada uno de los autores, en este caso en forma de entrevista, lo cual remite asimismo a ciertas maneras propias del hispanismo norteamericano. Además, se incluye una breve reseña de un libro de cada uno de los autores seleccionados, no solo informativa sino también crítica y valorativa, a cargo de especialistas en literatura infantil de las dos orillas. Con todo ello, se muestra un exquisito respeto por la poesía para niños, al tratarla de la misma manera y al ponerla a la misma altura que la poesía para adultos, y se evita cierta tendencia al didactismo que empapa siempre en mayor o menor medida este tipo de selecciones.  
Y, en fin, otro de los grandes aciertos del libro, quizás el más evidente desde el título, es haber creado una antología iberoamericana, que hace hincapié en la idea de comunidad lingüística y que une a autores españoles e iberoamericanos que han publicado en editoriales españoles con otros cuya obra es más difícil de conseguir en España. Esta decisión no es en ningún caso arbitraria, dado que no son pocos los autores americanos que han publicado sus libros en editoriales españolas en los últimos años o que han ganado alguno de los premios que se convocan aquí.
Partiendo de estos acertados supuestos, la antología supone una buena muestra de la poesía iberoamericana actual desde dos puntos de vista. 
Por un lado, refleja cuáles son las tendencias dominantes de la poesía para niños y jóvenes actual en español, y demuestra que este género goza de buena salud en nuestra lengua, ya que existe una gran variedad de propuestas dentro de las tendencias más dominantes. Tiene además la virtud de unir nombres ya clásicos de la poesía infantil hispana (como Antonio García Teijeiro, Marina Colasanti, Carlos Reviejo o Ana María Romero Yebra) con autores más jóvenes pero con una obra ya sólida a sus espaldas (como Mar Benegas, María José Ferrada, Cecilia Pisos o Darabuc), sin dejar de recordar en el prólogo a los que deberían estar y no están, por evidentes razones de espacio.  
Pero, por otro lado, quizás resulte aún más interesante que esta antología constituya un buen reflejo de cómo funciona el campo o sistema literario de la poesía para niños y jóvenes en español. Hace ya bastantes años que Pierre Bourdieu y Itamar Even-Zohar, entre otros, pusieron de manifiesto que los vaivenes del gusto literario dependen en gran parte de factores ligados al mercado y que los medios de difusión determinan la actividad literaria de cualquier época. En otras palabras, que la literatura no depende tanto de la concepción romántica de un autor frente al folio en blanco como de las imposiciones y reglas del sistema literario en que dicho acto de creación se sitúa, así como del repertorio que dicho creador tenga disponible a la hora de abordar la creación. En este sentido, Dos orillas y un océano muestra lo importante que son los premios en un género tan minoritario y difícil de publicar como la poesía infantil, pues buena parte de los seleccionados han ganado alguno de los galardones que se convocan en nuestro ámbito lingüístico (Luna de Aire, Príncipe Preguntón, Orihuela, Hispanoamericano), y el hecho de que su obra haya salido a la luz se debe sin duda a dicha oportunidad. La antología, pues, confirma este hecho, ya casi sabido, y por lo tanto no solo supone una buena muestra de las tendencias dominantes de la poesía infantil actual, sino también de sus medios de difusión, es decir, de cómo llega hasta los lectores. 
Quizás lo único que se eche en falta en Dos orillas y un océano es haber incluido algún poema más de los autores, pues la selección se limita en general a uno solo, pero entonces tal vez hubiera perdido en representatividad, y lo más importante en este caso es abrir boca, asomarse a la obra y, si interesa, buscarla y hacerse con ella. En todo caso, dicha limitación es un mal menor dentro de una antología que cartografía con acierto ese inmenso mar lírico que une dos orillas alejadas pero unidas por el lazo común de la misma lengua.